En nuestros entornos próximos, incluso en primera persona, es frecuente conocer historias de mujeres que durante su embarazo y después del parto han sufrido algún tipo de violencia y/o discriminación. En el ámbito laboral estas conductas van desde el despido, la solicitud de prueba de gravidez, negociación de ascenso, reducción de salario, negar la posibilidad de ira al baño o sentarse, además de imponer labores que ponen en riesgo la salud de la mujer y de su hija o hijo, según refiere la investigación sobre Discriminación Laboral por Embarazo realizada por Early Institute.
Entre los datos compartidos en esta investigación resalta que, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH, 2016) de INEGI, el 51 por ciento de las mujeres encuestadas reportó haber tenido un empleo en los últimos 5 años, de este porcentaje, el 17.3% sufrió alguna forma de discriminación laboral relacionada al embarazo. Lo cual, también representa una afectación para las mujeres que no están embarazadas ya que al 11.5% le pidieron una prueba de embarazo para acceder a un trabajo y al 3.6 por ciento, para poder continuar con su trabajo.
Early Institute, también revela que, de las mujeres que tuvieron un empleo durante su embarazo: al 3.1% la despidieron, al 2.7% no le renovaron su contrato y, al 1.6% le redujeron su sueldo o sus prestaciones. Lo cual no sólo vulnera los derechos de las mujeres sino también de las personas por nacer, con graves repercusiones ya que este tipo de discriminación puede provocar afectaciones en su vida y salud; por ejemplo: aborto espontáneo, que el parto sea pretérmino, bajo peso al nacer y ser más reactivos al estrés.
Además, como lo comparte el think tank mexicano especializado en primera infancia, investigaciones en diversos campos como la neurociencia, la biología, la psicología y la sociología, han brindado información de cómo influye el entorno durante el embarazo y en los primeros años de vida de niñas y niños; en su capacidad para crecer, aprender y prosperar.
La normalización de la violencia y la discriminación es tal que, como lo señala Maternal Wall, la maternidad es vista como una desventaja en el trabajo y representa un costo para la mujer. Por lo que, es importante visibilizar los estragos de la discriminación laboral por embarazo y, Early Institute nos ofrece un análisis serio y puntual que advierte que las mujeres trabajadoras con mayor riesgo a ser discriminadas por embarazo son las que pertenecen a la clase media alta, que tienen menos de un año laborando, jóvenes en edad reproductiva, con mayor escolaridad, que residen en zonas urbanas, las que trabajan en atención a clientes y/o tienen puestos directivos, que son comúnmente asociados con la masculinidad. Pero a su vez, también las mujeres trabajadoras que también tienen riesgo de ser discriminadas laboralmente por estar embarazadas son aquellas con bajos salarios, trabajadoras del hogar, quienes tienen contratos temporales y del sector privado.
En pleno siglo XXI y, a prácticamente 11 años de la reforma constitucional en materia de derechos humanos, y con el reconocimiento del derecho de prioridad de niñas, niños y adolescentes, es necesario que, desde todas las autoridades, las instituciones y organizaciones empleadoras y la sociedad en su conjunto, revaloremos, como exhorta, en este caso Early Institute el rol y la trascendencia de la maternidad, pero que también sumemos voluntad y acción ante la ausencia de una política integral de Estado enfocada en brindar protección y atención prioritaria a la maternidad y a la primera infancia, considerándolos un binomio complementario y no esferas jurídicas aisladas.
Entre las recomendaciones compartidas en esta investigación se encuentran:
- Fomentar la conciliación entre la vida laboral y familiar de los empleados.
- Proporcionar horarios laborales flexibles.
- Incentivar la contratación y ascenso de madres y mujeres embarazadas.
- Planificar previamente cómo se cubrirá el trabajo de la mujer embarazada durante su periodo de incapacidad por maternidad.
- Mantener contacto con la mujer durante su periodo de incapacidad por maternidad.
- Crear espacios de lactancia dignos e higiénicos.
Es importante conocer e identificar los elementos esenciales de la Discriminación Laboral por Embarazo:
- Conducta: la distinción, exclusión o restricción.
- Causa: desprecio hacia una persona o grupo de personas con base en un estereotipo negativo, prejuicio o un estigma.
- Consecuencia: vulneración de derechos.
En Tlaxcala, es importante sumar esfuerzos y voluntades para no permitir, consentir o alentar la Discriminación Laboral por Embarazo, con el propósito de garantizar y proteger los derechos de las mujeres y las niñas y niños en su primera infancia. Esta tarea, que es de todas y todos.