10 / Ene / 2024 | Opinión

Un año trascendente: Elecciones políticas

Morena en Tlaxcala corre riesgo de no lograr un triunfo amplio y contundente en diputaciones, alcaldías y comunidades como lo hizo en las elecciones pasadas

J. A. Javier González Corona

Iniciamos el 2024 (bisiesto) con grandes perspectivas económicas, sociales, jurídicas, culturales y principalmente políticas. Referente, elecciones del 2 de junio cuando elegiremos a la presidenta nacional (sólo algo extraordinario haría que no fuese una mujer quien represente al Poder Ejecutivo). Así mismo, elegiremos a quienes integrarán el Congreso de la Unión y el Senado; en ocho estados a su gobernante: Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán; además del jefe o jefa de Gobierno de la CDMX. En el resto de los estados se elegirán Congresos legislativos (con excepción de Coahuila), presidentes municipales, sindicaturas y regidurías. Es decir, más de 20 mil cargos de elección popular estarán en disputa, convirtiéndose en las elecciones contemporáneas más grandes que México ha tenido en su historia.

En el estado tlaxcalteca destacan las disputas por obtener alguna candidatura al Senado o al Congreso de la Unión, sabiendo que tal representación les permitirá, según la tradición política, ser candidato o candidata inminente a la gubernatura. Sabemos que Ana Lilia Rivera Rivera y Antonio Álvarez Lima (actuales senadores) aspiran a ser reelectos y en el caso específico de Rivera, seguramente irá con todo ya que ha expresado su deseo de ser candidata por Morena para poder gobernar a los tlaxcaltecas; Álvarez Lima está en otra situación al haber sido gobernador. Otras y otros que están trabajando para el mismo propósito es la actual diputada federal Dulce María Silva Hernández, el petista Alejandro Aguilar López y la panista Minerva Hernández Ramos. Uno más es el exsecretario de gobierno estatal, Sergio González Hernández quien ya se registró para la contienda interna de Morena para la senaduría.

Uno más que aspira a una representación federal y posteriormente regresar como candidato a la gubernatura es Alfonso Sánchez Ramírez, hijo del exgobernador, en ese tiempo perredista, Alfonso Sánchez Anaya y de Carmen Ramírez García, quien, al terminar el mandato de su esposo aspiró a la gubernatura sin conseguirlo. Aunque al parecer, su estancia en el poder les creó la idea monárquica: “A nuestro hijo le corresponde por herencia divina”: su trabajo no la sostiene.

En los partidos de oposición se puede utilizar la frase muy común en el argot político: “la caballada está flaca”, aunque no deja de haber quienes ya levantaron la mano; una de ellas es la expresidenta municipal de la capital del estado, exsecretaria de gobierno, candidata a la gubernatura en las pasadas elecciones y actual presidenta de PRI en el estado: Anabell Ávalos Zempoalteca. Otra más es Blanca Águila Lima, eterna líder en SESA e inconforme de todo y nada, es decir, se inconforma de lo que no le conviene personalmente, pero admite lo que le beneficia, aunque afecte los derechos de sus agremiados y/o de la población en general. Por su parte, Juan Manuel Cambrón Soria pretende un escaño federal antes de que su partido (PRD) pierda su registro, más ahora que fue excluido por la coalición PRI-PAN en Tlaxcala, además de los datos difundidos por diversas empresas encuestadoras tanto a nivel nacional como estatal. Así se irán sumando otros y otras aspirantes de los partidos actualmente de oposición con el fin de recuperar el poder perdido.

Morena en Tlaxcala corre riesgo de no lograr un triunfo amplio y contundente en diputaciones, alcaldías y comunidades como lo hizo en las elecciones pasadas; debido en primer lugar por algunos yerros de la administración estatal en sus dos años de gobierno, aunque tiene aún cuatro años para realizar una autocrítica y retomar el camino que la sociedad espera; uno más es el desencanto por parte de los habitantes con sus presidentes en algunos municipios y se le agrega la falta de iniciativas a favor de la población, además de una autonomía por parte de la LXIV Legislatura del Congreso Estatal. Quienes podrían poner orden serían los diputados y diputadas de oposición, sin embargo, simplemente se integran al trabajo caracterizado por irresponsabilidad y sometimiento al poder ejecutivo y en algunos casos al judicial, convirtiendo a la LXIV Legislatura en una más que

pasará a la historia sin pena ni gloria. No todo está perdido, tienen más de medio año para trabajar en pro de quien les otorgó su confianza: la población.

Por otro lado, es de destacar el informe presentado a fines del año pasado por parte del actual diputado federal Steve del Razo Montiel donde informó, por cierto con gran concurrencia, de sus iniciativas presentadas en tribuna a favor de la ciudadanía, entre las que destacan: Reformar el artículo 324 y derogar la fracción II Bis del artículo 344 de la Ley General de Salud, con el fin de agilizar el proceso de donación de órganos y así evitar la muerte de quienes lo requieren urgentemente; reformar los artículos 20, 176 y 185 de la ley del ISSSTE en materia de descuentos por créditos hipotecarios, con el fin de mejorar las condiciones de los créditos de vivienda para los trabajadores y con ello, erradicar las tasas de interés absurdas y los créditos impagables; también propuso reformar el artículo 19 de la ley de los derechos de las personas adultas mayores para que puedan acceder a un trabajo formal que cuente con seguridad social y prestaciones; así mismo, propuso reformar el artículo 280 de la ley federal del trabajo para establecer que las y los trabajadores del campo tengan derecho a realizar aportaciones voluntarias y así garantizarles el acceso a un esquema de seguridad social, además de poder adquirir una vivienda digna; entre otras. Con este tipo de acciones cualquier representante popular, sin duda, logra la confianza para continuar en alguna representación popular si así lo desea.

Retomando la contienda que hasta el momento existe entre las dos candidatas: Claudia Sheinbaum Pardo y Xóchitl Gálvez Ruiz. En la primera se observa una ideología perfectamente definida; un equipo de trabajo con experiencia, honradez e historial personal y público favorable; una personalidad definida; congruencia entre el discurso y la praxis; preparación académica destacada (científica), su candidatura surgió mediante una encuesta democrática y, principalmente, una firme convicción de trabajo a favor de la población con menores recursos. En el caso de la segunda, destaca su incongruencia al autodefinirse como indígena sin serlo, ni mucho menos tener un sentido de pertenencia con ellos, salvo -al

parecer- para utilizarlos como parte de su actividad proselitista; expresarse en todo momento con palabras altisonantes y con una sonrisa irónica que en lugar de caer bien, demerita su personalidad y, si lo hace pensando que es parte de la cultura mexicana, que equivocada está; tener antecedentes oscuros al haber logrado un enriquecimiento que jurídicamente aún no puede justificar; preparación académica en prueba de duda por plagio en su tesis profesional para obtener el título de ingeniera en computación; rodearse de un equipo de colaboradores y asesores con un historial corrupto y denigrante para la nación mexicana; ser candidata mediante un acto de imposición, donde muchas y muchos que prefirieron retirarse a fuerza, son mejores, una de ellas la tlaxcalteca Beatriz Paredes; entre otros aspectos. Esta información ya es conocida por la ciudadanía, lo que justifica los datos publicados por las diferentes encuestadoras con prestigio e imparcialidad, incluso por las que han estado en todo momento en contra del régimen actual, dándole una amplia ventaja a Claudia Sheinbaum sobre su oponente. Cabe señalar que falta el candidato o candidata de Movimiento Ciudadano. Sin embargo, al ser una contienda la moneda está en el aire hasta no saber los resultados finales después del 2 de junio por parte del INE.

En suma, la trascendencia de las próximas elecciones no radica únicamente en el hecho de ir a votar y ya; no, está en analizar y reflexionar en ¿qué México hemos vivido durante los últimos 50 años? y ¿qué México queremos para este momento y en un futuro próximo? No podemos negar que hemos tenido gobiernos autoritarios respaldados por empresarios y clase alta en general, mismos que en cada proceso electoral invierten millones de pesos para hacer ganar a quien les otorgará un sinnúmero de canonjías como acto de reciprocidad a su apoyo recibido. Así mismo, gran parte de la inversión otorgada por los grandes capitalistas es destinada a los medios de comunicación, quienes crean estrategias de estímulo y control sobre la población, convirtiéndose en destacados aglutinadores políticos a favor de quienes les pagan. Quedando en el olvido un mejor reparto de la riqueza, mismo que se lograría si se mantienen los apoyos a

quienes más los necesitan; iniciativas legislativas para obligar a quienes tienen grandes capitales pagar sus impuestos; inversión en infraestructura de comunicación, agrícola, turística, exportación e importación de productos sin condicionamientos; desterrar totalmente la corrupción; avanzar en la libertad de expresión; tener mejores salarios; mantener un control y equilibrio en la economía nacional; evitar los préstamos al FMI y BM por parte del estado; entre otros. Desgraciadamente la opinión de la población mayoritaria no es considerada por empresarios ni partidos políticos, es más, ni se la piden, en consecuencia, la única forma de ser escuchados y respetados es a través del voto o … ¿Usted qué opina?

PD. Mi más sentido pésame al Mtro. Jorge Guevara Lozada secretario general de la Sección 55 del SNTE y a su familia, por la pérdida irreparable de su hijo el profesor Jorge Guevara Sosa. Pido al ser divino les conceda una pronta resignación. EPD.

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