Javier González Corona
A partir del primero de mayo, unos antes, iniciaron campaña las y los aspirantes a ocupar cargos de presidente de Comunidad, presidente Municipal (integrantes de cabildo), Diputados estatales y federales, Senadores, algunas gubernaturas (Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz, Yucatán y Ciudad de México) y presidencia de la República. Es decir, estaremos viendo y escuchando por casi un mes: carteles, mantas, bardas con leyendas, perifoneo, saludos imprevistos, abrazos afectuosos, amistades que nunca te habían reconocido como tal, llamadas telefónicas y un sinnúmero más de hechos sorprendentes y estrambóticos. En otras palabras, llegó el momento de lograr el voto ciudadano de cualquier manera; unos (as), para servir a la ciudadanía y otros (as), para servirse del erario.
Cuando hablo de lograr el voto de cualquier manera, me refiero a las actividades permitidas por la institución que las organiza a nivel nacional o estatal: INE e ITE y las que no considera y nadie espera, pero que tienen tal impacto que modifica o define el voto ciudadano. Comúnmente estas últimas hacen referencia a candidatos (as) y/o personas públicas relacionadas con actos de corrupción, enriquecimiento ilícito, tráfico de influencia, sobornos, etc.
Hace unos días el presidente de la República en sus ya tradicionales “mañaneras”, además del actual director de Pemex, informaron de un caso donde se ejerció actos de corrupción y tráfico de influencia por parte de la académica, analista, escritora y directora de la asociación “Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad” (MCCI), María Amparo Casar Pérez. A esta persona se le vincula con Claudio X. González, el magnate mexicano que dirige (sin dar la cara) la alianza Fuerza y Corazón por México integrada por PRI; PAN y PRD. Incluso, el actual director de Pemex ha ordenado suspender a Casar Pérez el pago mensual vitalicio de 130 mil pesos mensuales, recibidos desde 2004 a la fecha. Además de promover un juicio para que regrese los más de 45 millones de pesos entregados entre pago de pensión, seguros y otras prestaciones que los trabajadores de Pemex tienen.
En consecuencia, la información vertida y documentada, seguramente contribuirá al descenso (aún más), de las preferencias electorales de su abanderada nacional Xóchitl Gálvez Ruiz, así como de quienes aspiren ocupar algún curul en la Cámara alta y baja, aspirantes a gobernadores, presidentes municipales y de comunidad. Es decir, la actitud deshonesta de una persona de la élite social, académica, económica y política nacional que ha salido a la luz pública, como podrían salir otras más; seguramente dañará a un sinnúmero de candidatas y candidatos de esa alianza.
Otro caso donde varios periodistas y articulistas de diferentes medios de comunicación ya estaban hablando de manera alarmante, con tintes políticos, de la desaparición (durante tres días) del obispo emérito de Chilpancingo, Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, sin embargo y afortunadamente para él, su familia, la sociedad en general y la tranquilidad política, lo vieron entrar a un motel de paso con un acompañante y posteriormente fue encontrado en un hospital público de donde lo trasladaron a un hospital privado; quedando atrás todas las especulaciones que apuntaban a convertirse en un buen pretexto político.
La ciudadanía se ha acostumbrado o la han acostumbrado, quienes han ostentado por años el poder político y económico a no valorar, reconocer y apoyar proyectos gubernamentales de bien común, bajo el sustento de “todos son iguales” y “todos roban”, entre otras frases similares; pero no queda ahí, sino que han fomentado el individualismo y una actitud escéptica a toda acción con carácter colectivo. Según Platón: “La política, es causa del… Estado que debe favorecer el bien público y no el bien particular, porque el interés común liga y une las partes del Estado, mientras que el interés privado las desune”. Lamentablemente, lo expresado por este filósofo griego en el siglo V a.C., aún no se ha valorado plenamente.
Es notorio que a la fecha están definidas las posiciones políticas e ideológicas del país: Por un lado, la corriente de pensamiento conservador (derecha), integrada por quienes ostentaban el poder político y a la fecha mantienen el poder económico y controlan los medios de comunicación tradicionales. Este grupo minimiza y critica las acciones con carácter colectivo, llamándoles peyorativamente: populismo: además de crear una polarización entre la población. Por otro lado, la izquierda (socialdemocracia, progresismo y humanismo); corriente que motivó a la ciudadanía a reflexionar, analizar, criticar y participar a favor de las mayorías. Enfrentando a la antidemocracia, corrupción e individualismo de los grupos de élite nacional y extranjera.
La política no como arte, ciencia u oficio; se mueve dentro de la traición, deshonestidad y sin principios ni valores humanos. Desafortunadamente, algunas personas a todo ello lo ven como algo normal, sobre todo en proceso electoral; incluso le otorgan reconocimiento al político o política que sea capaz de mentir y engañar a través de su discurso. Otros más, lo ven como algo común que “debe ser” para lograr el poder. Por ello mismo, estoy convencido que cuando se agudiza la lucha política-electoral comienzan los golpes fuertes o… ¿Usted qué opina?
PD. Es extraño que el INE no opine o intervenga respecto a una marcha “ciudadana” por realizarse en la CDMX y posiblemente en algunos estados del país, quince días antes de las elecciones ¿Acaso pretende la institución coordinadora de las elecciones nacionales, entrar a los golpes fuertes?