17 / Oct / 2023 | Reportajes Exclusivos

Diálogo entre comunidades, academia y gobierno sobre la problemática multidimensional de contaminación en la Cuenca del Alto Atoyac: Avances en las agendas de trabajo

La devastación socio ambiental en la cuenca se expresa a través de la incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles

Los problemas socio ambientales que se presentan hoy día en la Cuenca del Alto Atoyac, son profundos y complejos al igual que en otras cuencas del país. Los procesos de desarrollo bajo el enfoque neoliberal han llevado a la transformación de los territorios sin considerar el impacto sobre los ecosistemas y las poblaciones que esta transformación asociada al desarrollo industrial ha tenido. El enfoque del primer foro y de este segundo sobre la problemática socio ambiental en la cuenca que contempla los ríos Atoyac y Zahuapan se enmarcan en tres aspectos fundamentales:

  1. Parten de tomar a la cuenca como unidad sistémica al interior de la cual se articulan orgánicamente ecosistemas y sociedad conformando así paisajes que resultan de procesos sociales, económicos, culturales, políticos y por supuesto ambientales.
  2. El desarrollo planteado a partir de la industrialización de los territorios ha violentado lenta y acumulativamente a las comunidades afectando su salud, sus formas de vida y su bienestar.
  3. El grado de devastación socio ambiental en la cuenca exige de una transformación en la forma de pensar el desarrollo para el bienestar social; así, la participación de todos los sectores y actores de gobierno, de las empresas, las comunidades y la academia en la implementación de estrategias desde una perspectiva integral y del bien común es fundamental.

La devastación socio ambiental en la cuenca se expresa a través de la incidencia de enfermedades crónicas no transmisibles, la pérdida de nuestros ríos y la violencia social vinculada a la inseguridad, la trata de mujeres y niñas para la explotación sexual, y la falta de disponibilidad de agua, aspecto cada vez más evidente en todo el territorio de la cuenca. La apuesta de estos foros no está en encontrar una solución mágica a esta profunda devastación socio ambiental, se trata, más bien, de fortalecer procesos de diálogo para la construcción de políticas públicas pensadas, con pertinencia social, cultural y ambiental elaboradas y gestionadas desde y con las comunidades, en vinculación con científicas y científicos comprometidos.

Así, encontrar alternativas reales y viables para resolver esta grave situación de devastación socio ambiental en regiones de emergencia sanitaria y ambiental como lo es la Cuenca del Alto Atoyac, implica un gran esfuerzo de coordinación entre la academia, los gobiernos y la sociedad, mediante un diálogo abierto y sincero, sustentado “en principios éticos, encaminados al bienestar social y la restauración socioambiental a favor de toda la población”[1]. Sobre esta base, el Consejo Nacional de Humanidades, Ciencias y Tecnologías (Conahcyt) apoya, en el marco de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) de agua, salud y agentes tóxicos, ocho Proyectos Nacionales de Investigación e Incidencia (Pronaii) que cubren el área de la Cuenca y cuyos resultados se han presentado en este foro en particular y algunos resultados a través del Primer informe estratégico para la comprensión de la problemática socioambiental de la región de emergencia sanitaria y ambiental de la cuenca del Alto Atoyac y recomendaciones para su atención integral, y con los cuales se ha fundamentado la elaboración y puesta en marcha de un Plan Integral de Atención y Prevención de Daños a la Salud en la Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental de la Cuenca del Alto Atoyac por parte de la Secretaría de Salud federal, que empieza ya a coordinarse con la Secretaría de Salud del estado de Tlaxcala. Cabe destacar que este plan integral es producto de la colaboración entre la academia y el sector público de salud, con la participación activa de las comunidades afectadas.  De este modo, el Conahcyt avanza, con la sociedad y las y los investigadores, en su compromiso de hacer del conocimiento científico humanístico un derecho humano, coadyuvando en la elaboración y puesta en práctica de políticas públicas que consideran los saberes múltiples, poniendo a disposición los conocimientos generados transdisciplinariamente al servicio de la ciudadanía.

En el Primer informe estratégico, que entregó el Conahcyt a la Secretaría de Salud federal y al gobierno del estado de Tlaxcala, se da la razón a las comunidades afectadas de la Cuenca, por segunda vez, a propósito de la existencia de un vínculo entre los efectos de la contaminación y la salud de las personas. Mediante los estudios científicos realizados en coordinación con organizaciones y habitantes de las comunidades, el Conahcyt señala que “La evidencia científica presentada en este primer informe demuestra que estas altas tasas de incidencia y muerte son causadas por la exposición a tóxicos y procesos contaminantes de las industrias asentadas en la región.” A partir de los resultados de estos estudios se han hecho una serie de primeras recomendaciones para enfrentar y solucionar los problemas de manera integral y con visión socioambiental entre las que se incluyen las siguientes:

  • El monitoreo y la restauración ambiental.
  • La atención a la salud y la instauración de una contraloría social de salud y medio ambiente mediante el trabajo articulado entre las organizaciones comunitarias de base y los colectivos de investigación e incidencia de los Pronaces.
  • Propuestas de legislación y política ambiental.

De manera que todo se oriente hacia el establecimiento de un programa de restauración integral que incluya efectivamente a las comunidades en la toma de decisiones.

Poner al agua y a la salud al centro de la discusión es poner en la mesa la vivencia cotidiana de nuestras comunidades, la violencia a la que están sujetas diariamente, los deseos y esperanzas y el conocimiento cultural desde el cual se expresa el conflicto por el bienestar y la justicia ambiental y social en el territorio de la Cuenca del Alto Atoyac. Habitamos una de las regiones más pobladas del país, pero también una región caracterizada por la riqueza de su cultura y la diversidad de sus paisajes. Fortalecer a las comunidades como actores centrales para dar continuidad a estos procesos e incorporar acciones y estrategias que resulten del diálogo efectivo con las autoridades, deberá resultar en procesos efectivos y respetuosos de los usos y costumbres, para la recuperación socioecosistémica de toda la Cuenca.

De esta manera, nos reunimos estos días con el objetivo de reflexionar en torno a los trabajos y propuestas que se han realizado durante 2023 para la conformación de las agendas de trabajo a nivel comunitario, académico y gubernamental, con el propósito de construir una gran ruta de acción participativa que trascienda los periodos de gobierno y sea capaz de atender de manera eficaz las graves consecuencias de la contaminación en la región. Para ello llevamos a cabo cuatro mesas de diálogo, análisis y reflexión, en torno a las temáticas de contaminación ambiental; ambiente y salud; atención a la salud, y agua y derechos humanos, todas vinculadas a la definición de la Cuenca del Alto Atoyac como una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental.

De lo dialogado en estas mesas se propusieron una gran cantidad de estrategias y acciones que se pueden englobar en cuatro líneas generales que impulsaremos de manera conjunta:

  1. Articular todos nuestros procesos de investigación en incidencia considerando siempre el contexto socioecosistémico de la región, y la consideración actual de la Cuenca como una región de emergencia sanitaria y ambiental.
  2. Promover el trabajo colectivo, partiendo siempre de la experiencia de las comunidades:
    1. Planear y llevar a cabo todas las acciones desde y con las comunidades, respetando su visión de integralidad.
    2. Promover el sostenimiento de la gestión comunitaria del agua, de manera que los comités comunitarios se fortalezcan en sus capacidades administrativas y en la visión de considerar el agua como un bien común.
    3. Fortalecer los procesos de transición hacia la producción agroecológica.
  3. El establecimiento de:
    1. Un observatorio comunitario socioambiental que nos permita tener información periódica de lo que sucede en la cuenca, para que nos permita enfrentar las contingencias y denunciar cuando sea necesario.
    2. Un sistema permanente de vigilancia epidemiológica específica de la salud de la población en riesgo, con un enfoque integral.
  4. Adecuar todos los procesos de investigación a las formas y necesidades de las comunidades:
    1. Incrementar nuestros esfuerzos para construir procesos de trabajo interdisciplinares, coordinándonos efectivamente entre investigadoras e investigadores, y transdisciplinares, estableciendo verdaderos procesos de diálogo para compartir e integrar saberes con las personas en las comunidades.

Participamos en este 2º Foro alrededor de 280 personas: 53% mujeres y 47% hombres. Además, entre las y los asistentes participaron comunidades de las regiones Tolteca, Lerma y Libres Oriental, todas ellas Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental. Y se presentaron más de 40 carteles e infografías sobre las diferentes temáticas abordadas en el Foro.

Con la intención de dialogar y reflexionar de manera conjunta sobre las acciones que las diferentes instancias de gobierno involucradas están llevando a cabo para atender la problemática de contaminación y sus efectos en la Cuenca, se convocó a diez áreas y dependencias de Medio Ambiente y Salud de los estados de Puebla y Tlaxcala. A este llamado solamente respondieron la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, la Jurisdicción Sanitaria Número 5, de la Secretaría de Salud y la Comisión Estatal de Agua y Saneamiento, todas del gobierno estatal de Puebla, pero con personas que no cuentan con las atribuciones institucionales para responder al nivel de diálogo corresponsable que se requiere. Esto nos muestra la enorme dificultad que enfrentamos todavía respecto a la apertura de las instancias de los gobiernos estatales para participar con la sociedad y la academia en espacios en los que se pretende construir de manera conjunta y no sólo dar informes sobre decisiones ya tomadas.

Durante las tres jornadas de este foro se ha mostrado que, a seis años y medio ya de la Recomendación 10/2017 de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y a doce de la Declaratoria de Clasificación de los ríos Atoyac y Xochiac o Hueyapan y sus afluentes, emitida por la Conagua, las necesidades de saneamiento de la Cuenca y de supervisión de las descargas de aguas residuales industriales y emisión de contaminantes siguen siendo apremiantes, particularmente por la tendencia al incremento sin regulación adecuada de industrias y otras fuentes contaminantes en la región. Ante el crecimiento del número empresas industriales de gran escala en la Cuenca, es imperativa la aplicación de medidas precautorias de protección a la salud y al ambiente.

Así, considerando lo avanzado entre éste y el Primer Foro, y también la necesidad de cuidar que el proceso de restauración de la Cuenca no se detenga, ni se haga depender del cambio sexenal, exigimos que:

  • Se dé continuidad al proceso de los Programas Nacionales Estratégicos (Pronaces) – Proyectos Nacionales Investigación e Incidencia (Pronaii), de manera que se profundice la relación comunidades – academia, se amplíe la información sobre las afectaciones a la salud, y la causalidad respecto a las emisiones y descargas tóxicas por parte de la industria.
  • Que, de acuerdo a lo que se ha demostrado en los resultados integrados en el Informe y en el Plan, y en las demás investigaciones, los gobiernos federal, estatales y municipales construyan una nueva política integral de regulación del crecimiento industrial en la región y de la supervisión efectiva de sus emisiones y transferencia de contaminantes y que generen los instrumentos necesarios para regular a la mediana y gran industria y se evite que aumenten los daños a la salud en la Cuenca.
  • Que las acciones que se emprendan de acuerdo al Plan para atender la problemática de salud se ejecuten y se mantengan en la perspectiva que vincula las enfermedades a las condiciones ambientales, y se amplíe el rango hacia otras enfermedades no transmisibles también relacionadas como las cardiovasculares y del sistema nervioso que se presentan de manera creciente en adolescentes y jóvenes, así como malformaciones congénitas en infantes.
  • Que se establezca un plan de acción para atender de manera integral las necesidades de salud, particularmente de las poblaciones en situación de vulnerabilidad social.
  • Que se promueva y establezca una contraloría social y académica que permita observar y proponer mejoras a la implementación del Plan de tal manera que no se pierda de vista que se está interviniendo en una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental, y que se logre una atención de calidad para las personas.
  • Que se considere al cambio climático como un elemento que agrava la devastación socioambiental de la Cuenca y que se deben tomar acciones gubernamentales que vayan a la desestructuración de sus causas y no sólo a la adaptación social a esta situación.
  • Que las propuestas que en adelante se construyan y se lleven adelante, se orienten de manera decidida hacia la prevención y la no repetición del daño a las personas, a las comunidades y a su ambiente.
  • Que los congresos de Puebla y Tlaxcala, con apego al artículo 4º constitucional, legislen conforme la situación de la Cuenca como una región de emergencia sanitaria y ambiental, para garantizar los derechos humanos a un medio ambiente sano, al agua y su saneamiento, a la participación comunitaria en las deliberaciones y toma de decisiones al respecto conforme les obliga lo establecido en la Observación General número 15 del PIDESC y al Acuerdo de Escazú. Es decir, que de ninguna manera se tienda a la comercialización ni privatización del agua, ni a la desaparición de las formas comunitarias establecidas para la administración, gestión y conservación del agua.
  • Que las autoridades dejen de simular en el cumplimiento de la Recomendación 10/2017 de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, y que los resultados se muestren con indicadores de la disminución de la contaminación industrial y de las tasas de morbilidad y mortalidad de la población.
  • Nos sumamos a la exigencia de liberación de los presos políticos por razones ambientales, particularmente de los señores Saúl Meléndez Rosado y Raymundo Cuatianquiz Meléndez, luchadores por la defensa del bosque de la Matlalcueyetl (Malinche), el agua y el territorio, y habitantes de la comunidad de Tlalcuapan, Tlaxcala. Acusados injustamente de crímenes que no cometieron.

Llamamos a todas las instancias de educación superior e institutos de investigación en México a que la formación de profesionistas y científicos se oriente a contribuir a la solución de las grandes problemáticas socioambientales, particularmente en las Regiones de Emergencia Sanitaria y Ambiental.

¡NO HAY JUSTICIA SOCIAL SIN JUSTICIA AMBIENTAL!

En la ciudad de Puebla, Puebla, a 13 de octubre de 2023.

Convocantes

Conahcyt – Dirección Regional 4 Sur Oriente

Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local, A.C.

CIISDER – Universidad Autónoma de Tlaxcala

Coordinadora por un Atoyac con Vida

Pastoral de Derechos Humanos

Pastoral Social de la Diócesis de Tlaxcala

Las Comunidades afectadas de municipios de Tlaxcala y Puebla

IIMA – Ibero Puebla

Cupreder – Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

Universidad Nacional Autónoma de México


[1]  Palabras de la Dra. Ma. Elena Álvarez-Buylla, directora general del Conahcyt, en la inauguración del primer foro.

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