Con la exposición del “Memorial las voces del río Atoyac” se da a conocer cómo fue articulado el proceso de aprendizaje de las y los estudiantes para comprender los problemas socioambientales de su comunidad, en particular la contaminación de dicho afluente.
En un comunicado el Centro Fray Julián Garcés Derechos Humanos y Desarrollo Local A.C. señala que la muestra enfatiza el compromiso que Cacaxtla Xochitecatl tiene con el derecho humano a un medio ambiente sano, en apoyo a las comunidades de la región en la lucha por sus recursos naturales y con una participación activa en la divulgación de las campañas, actividades y exposiciones de las comunidades aledañas al sitio.
Esta muestra fue inaugurada en el marco del Día de los Derechos Humanos, con la participar del INAH, el Centro Fray Julián Garcés, la Zona Arqueológica de Cacaxtla – Xochitécatl y la Coordinadora por un Atoyac con Vida y está en el museo de sitio de Cacaxtla.
El comunicado refiere que el proyecto se construyó en 2021, en la Escuela Primaria Xicohténcatl, ubicada en la comunidad de San Rafael Tenanyecac del municipio de Nativitas, y fue impulsado por la Red Comunidad, Ciencia y Educación (Red CCE).
En la construcción del Memorial se articuló el proceso de aprendizaje de las y los estudiantes para comprender los problemas socioambientales de su comunidad, particularmente la contaminación del río Atoyac, rescatar la memoria comunitaria de este espacio, dar su opinión respecto al presente y futuro que desean para ellas, ellos y para el río, y también para decirle a las autoridades que deben asumir su responsabilidad ante este problema.
El Memorial Las Voces del río Atoyac, se trabajó en una Región de Emergencia Sanitaria y Ambiental de la Cuenca del Alto Atoyac. Un territorio que comenzó a ser degradado desde los años 60, cuando se instalaron grandes industrias como la Volkswagen y el Complejo Petroquímico Independencia. A partir de entonces se han establecido en la Cuenca hasta 22 mil 235 empresas manufactureras de las que destacan las de los ramos automotriz, textil y alimentario, y hasta la fecha el deterioro se mantiene y se agrava día con día.
Durante décadas de operación desregulada de estas industrias, se han generado diversos impactos negativos en la Cuenca del Alto Atoyac, entre ellos los siguientes:
– Agotamiento de los recursos hídricos. A lo largo de estos años muchos de los afluentes y cuerpos de agua tributarios de los ríos Zahuapan y Atoyac han desaparecido, aunque todavía quedan en la memoria de las personas de 60 años o más. De acuerdo a información del Centro Universitario para la Prevención de Desastres Regionales – BUAP, “El acuífero 2901, del Alto Atoyac, entre 2013 y 2020 registró una disminución de 17.327 millones de m3 en su disponibilidad, que representa el 37.09% del total con respecto a 2013.”
– Afectaciones a la salud por contaminación del agua y el aire. De acuerdo con el Primer informe estratégico del Conahcyt para la comprensión de la problemática socioambiental de la Cuenca Alto del Atoyac, y recomendaciones para su atención integral, “La evidencia científica presentada en este primer informe demuestra que estas altas tasas (de enfermedades prevenibles – Enfermedades Renales Crónicas y Leucemia principalmente) son causadas por la exposición a tóxicos y procesos contaminantes de las industrias asentadas en la región.”
Este vínculo entre el medioambiente y las afectaciones a la salud también fue reconocido por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a través de la Recomendación 10/2017, mediante la que destacó “el estrecho vínculo entre la calidad del medio ambiente, el saneamiento y la salud, que a su vez están relacionados con el disfrute de diversos Derechos Humanos como a la vida, la salud, la alimentación, al acceso a la información, entre otros.”
Desde el Memorial Las voces del río Atoyac, que estará expuesto en la Zona Arqueológica de Cacaxtla hasta el 10 de febrero de 2024, las niñas y los niños continúan recordando al gobierno en sus diferentes ámbitos, el trabajo que tienen pendiente para lograr el saneamiento integral de la Cuenca del Alto Atoyac y con ello garantizar los derechos humanos y la vida de las personas y las comunidades en la Cuenca.
¡No hay justicia social sin justicia ambiental!