Con la firme intención de mantener las acciones de salvaguarda de la integridad de los ciudadanos tlaxcaltecas en el mundo y con las gestiones de las representaciones tlaxcaltecas, se realizó el traslado de diversos connacionales desde Medio Oriente.
Esto luego que, se registrase el inicio del conflicto armado entre el país de Israel y el grupo palestino Hamas, que a la fecha ha dejado a miles de muertos, por lo que las autoridades estatales a través de Casa Tlaxcala en la Ciudad de México realizaron las gestiones para el traslado seguro del grupo a la entidad.
Fueron 22 personas, quienes se encontraban en la también denominada tierra santa en calidad de turistas y 2 personas más radicados en Israel, oriundos de diversos municipios del Estado, como; Mazatecochco, Huamantla, Tlaxcala, Zitlaltépec, Xaloztoc y Tlaxco.
A este respecto la titular del ejecutivo Lorena Cuéllar Cisneros, agradeció al representante delegacional Luis Vargas González, por seguir sus instrucciones de realizar las gestiones pertinentes ante la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) así como las embajadas de México en Madrid, España y la embajada y consulado en Jordania.
“El Gobierno del Estado cubrió el sesenta de los recursos, las embajadas cubrieron el veinte por ciento de los gastos y ustedes cubrieron el otro veinte por ciento (…) en casos como este, lo más importante es poner el bienestar a salvo, es nuestro anhelo que se restablezca la paz en aquella región del mundo”.
Además, la mandataria destacó las acciones del Gobierno del Estado, para a pesar de las circunstancias globales y los contextos en los que se desarrollan los conflictos armados, es indispensable destinar acciones de salvamento de los connacionales.
Por su parte, algunos de los tlaxcaltecas repatriados, encabezados por el párroco Victorino Osornio narraron las acciones emprendidas por parte del Gobierno del Estado, toda vez que, el momento crítico en el que se vieron, la empresa turística que, organizó el viaje a Tierra Santa no daba prioridad a su repatriación.
“El guía nos decía que siguiéramos con el viaje, porque los conflictos allá son muy comunes, pero nosotros teníamos prudencia, paciencia, nos llevaron a un hotel que quedaba cerca de la embajada de Israel, por las noches pasaban tanques, mucha vigilancia, eran circunstancias difíciles donde no podíamos mostrar nuestra fe, son culturas diferentes a la nuestra”.