Este día en Tlaxcala participaron etnolingüistas y lengua hablantes de varios estado del país en la Reunión Nacional de Etnolingüistas, convocada por el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), en las instalaciones de la Secretaría de Cultura federal, quienes trabajan por lograr que se concrete un estatus público a las lenguas originarias.
En la reunión que concluirá este 5 de noviembre, participan etnolingüistas de varios estados, para establecer mecanismos de diálogo, coordinación y colaboración con diferentes instancias gubernamentales, de la sociedad civil, así como agentes culturales para sentar las bases teóricas y operativas de procesos de planificación lingüística comunitaria, con miras a conformar el plan de acción del Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas 2022.
Al respecto, Juan Gregorio Regino, director del Inali dijo que la planificación lingüística implica un trabajo y estudio de la gramática de los alfabetos y los registros fonológicos sintácticos y semánticos de cada una de las lenguas.
Dijo que el Inali ha trabajado en la salvaguarda para que las lenguas indígenas continúen su desarrollo, se fortalezcan y que logren transitar de una política lingüística centrada en la castellanización, hacia una centrada en el multilingüismo, ese es uno de los retos que, como sociedad, como estado y como instituciones se debe asumir.
Indicó que en México hay 68 lenguas indígenas y 69 con el español, por lo tanto es una potencia lingüística, que requiere construir un frente común, lo cual es uno de los objetivos de dicha reunión, para que las instituciones, en los diferentes ámbitos de gobierno y la sociedad civil, con los activistas, los promotores, los agentes comunitarios y culturales que están en las comunidades se sumen a dicho trabajo.
Juan Gregorio Regino dijo que en el Inali están en condiciones de construir planes de desarrollo lingüístico o planes de salvaguarda de las 68 lenguas indígenas, por lo que se debe buscar que estas normas lingüísticas se constituyen en una herramienta social política, económica, jurídica.
Mencionó que se debe buscar la forma de ir centrando nuestros esfuerzos en la planeación de estatus e ir encontrando las maneras, los instrumentos administrativos, jurídicos que coloquen a las lenguas indígenas en igualdad español, que su uso no esté restringido al uso doméstico o a la familia, sino al ámbito público, que se amplíe su uso.
Para ello, consideró necesario involucrar a la sociedad, a sus instituciones al Estado mexicano y, en la medida de lo posible, «que podamos poner a las lenguas indígenas en la agenda del más alto nivel de gobierno, en esa medida, nuestras lenguas tendrán la posibilidad de alcanzar la igualdad y ese renacimiento, para expandirse para que la lengua pueda trascender más allá del ámbito comunitario.
“Debemos hacer un frente común para revertir este proceso de desplazamiento y desaparición en el que se encuentran las lenguas indígenas”, señaló.
Finalmente, dijo que el Inali debe trazar las directrices, pero la forma de concretarlas en cada una de las lenguas, es donde necesitan que los conocedores, para que esas lenguas se incorporen en el diseño, la revisión e implementación de acciones, porque no va a ser lo mismo en la Península de Yucatán que en el norte o en el centro del país, “porque un modelo homogéneo no es útil”.