21 / Ago / 2023 | 1ra, Estado, Salud

Llama IMSS Tlaxcala a detectar y atender la depresión postparto

Esta condición se caracteriza por aumento de las tensiones fisiológicas y psicológicas

La depresión posparto (DPP) ha tomado un papel significativo por su prevalencia en los últimos años y se ha convertido en un problema importante de salud pública, por las consecuencias negativas sobre la salud y bienestar de la madre y el recién nacido, informó la doctora Nancy Karina García Herrera, coordinadora de Servicios de Prevención y Promoción de la Salud para Trabajadores IMSS (SPPTIMSS) en Tlaxcala.

La depresión puede iniciar desde el embarazo, se conoce como depresión prenatal y debe ser identificada, es el primer paso para establecer un tratamiento que debe ser vigilado a través de las consultas de control, pero al incrementarse el estrés normal que acompaña este proceso, derivado de los cambios y transformaciones biológicas y psicológicas que conlleva el nacimiento de una persona, puede provocar en algunos casos, que la madre descuide su salud, incluso que no asista a sus consultas.

“Es importante señalar que la construcción social de la maternidad como un estado idealizado de felicidad y satisfacción, dificulta que se reconozca este trastorno, la aceptación del hecho de experimentar sentimientos contrarios al goce y alegría pueden provocar vergüenza, situación que impide brindar una atención adecuada y oportuna a la madre”, puntualizó García Herrera.

Por otra parte, señaló que esta condición puede tener una causa médica, pues durante el embarazo existen cambios fisiológicos, con un incremento de hormonas que se producen principalmente por la placenta, entre ellas progesterona y estrógenos, las cuales disminuyen durante el parto, secundario al desprendimiento de la placenta, lo cual podría tener una relación directa con el desarrollo de la depresión postparto.

El periodo postparto se caracteriza por un aumento de las tensiones fisiológicas y psicológicas que experimenta la madre, y cuando se padece este trastorno, generalmente, se siente confundida, culpable e incapaz de atender las necesidades de su bebé, además puede presentar insomnio, irritabilidad, sensación de minusvalía, pérdida del apetito y, en ocasiones, pérdida de la relación afectiva con el recién nacido, puede afectar considerablemente su desarrollo físico y emocional.

“El desarrollo y severidad de este trastorno también puede estar influenciado por factores como su historia personal, la cultura, educación y modelos establecidos en su entorno respecto a los ideales maternos y representación de la paternidad”, detalló la especialista. 

Recomendó mantener una actividad física de bajo impacto como yoga, bicicleta o caminar; descansar tanto como sea posible, por ejemplo, tomar una siesta cuando el bebé está dormido; fortalecer las redes de apoyo, solicitar la intervención de la pareja, familia y/o amigas (os); externar los sentimientos con alguien de confianza; mantener una buena higiene, ducharse y arreglarse diariamente; en la medida de lo posible retomar actividades que no representen un riesgo; pasar tiempo a solas con su pareja e incluso unirse a un grupo de apoyo.

Si se presenta sintomatología de depresión postparto se debe informar e identificar por parte del médico familiar, la paciente debe ser canalizada a ginecología, psicología, psiquiatría o trabajo social con el objetivo de que puedan determinar las causas que originan el padecimiento, y recibir un tratamiento adecuado y oportuno; en casos graves que no reciben atención médica, la depresión puede persistir durante años, e incluso desencadenar pensamientos suicidas o incluso lastimar al bebé.

Finalmente, es importante mencionar que además de la atención médica, en estos casos es fundamental el apoyo de familiares, amigos y personas de confianza para lograr una recuperación rápida y exitosa.

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