Se abre una oportunidad de hacer cumplir reglamentos y mejorar educación vial
Ante la tragedia de este fin de semana, en la que murieron seis motociclistas en la autopista y uno más en la carretera de México a Cuernavaca, se abre la oportunidad de resolver problemas acumulados durante décadas respecto del cumplimiento del reglamento y de la ausencia de responsabilidad de quienes tripulan motocicletas a altas velocidades con riesgo para su vida y la de los demás.
“Estamos ante una convergencia clara de problemas estructurales que han impedido la aplicación del reglamento, pseudoculturas de competencia machista que hacen todavía más vulnerables a las mujeres y ante la oportunidad de terminar con prácticas que ponen en riesgo la vida de todas y todos”, afirmó Salvador Guerrero Chiprés, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la CDMX.
En un diálogo con ciudadanas y ciudadanos motociclistas expertos, realizado este martes en el Consejo Ciudadano, detectamos seis prácticas riesgosas:
- La presencia de fotógrafos en la autopista, que buscan la mejor imagen, de quien más audazmente reta a la velocidad y logra las mayores inclinaciones en las curvas; las fotos, para las cuales los conductores voltean y posan a pesar del riesgo de perder el equilibrio, pueden descargarse y pagarse luego en redes sociales.
- El consumo ocasional, por algunos motociclistas, de sustancias como alcohol y drogas, conocidas como “aflojacurvas”, para desinhibirse ante los riesgos y el miedo por la velocidad o los peligros del camino.
- La ausencia de pericia en el frenado tanto en las curvas, en líneas rectas y ante incidentes imprevistos del camino o provocados por accidentes y el exceso de velocidad más allá de 110 km/h.
- El cuerpo de las mujeres que son acompañantes es más vulnerable en la medida en que está desprovisto de equipo de seguridad y protección adecuado, incluso de casco, ya sea por la dificultad de conseguirlo en el mercado o por falta de responsabilidad.
- Según reportes recibidos en el Consejo Ciudadano, hay una probable correlación entre el uso de motos robadas y la violación al reglamento de tránsito y los límites de velocidad en los “paseos” dominicales en esta vía.
- La predominancia de una pseudocultura de machismo competitivo en cuyo contexto es más importante “morir haciendo lo que a uno le gusta” o “ir por la dosis de adrenalina”.
Ante estas prácticas sugerimos:
- Prohibir la presencia de fotógrafos en las autopistas.
- Limitar la venta y consumo de alcohol a conductores de motocicleta, así como establecer puntos de alcoholímetro en casetas de peaje y en Tres Marías.
- Implementar capacitación especializada para manejo en autopista, así como cursos de primeros auxilios, toda vez que el primer respondiente ante un accidente de motociclistas suele ser otro motociclista.
- Concientizar sobre el uso de equipo de protección y seguridad para mujeres. Reivindicar abierta y determinantemente el empoderamiento de género en esta comunidad.
- Denunciar el robo de motocicletas, como víctima o testigo, a las autoridades correspondientes en cada estado. Y evitar a toda costa su uso.
- Promover y difundir el disfrute sano y respetuoso del motociclismo, como deporte y como parte de un ecosistema de movilidad en donde conviven peatones, ciclistas, automovilistas y transporte de carga y de pasajeros.
El Consejo Ciudadano y las y los motociclistas hicieron un llamado a fortalecer la cultura cívica, de prevención y la legalidad, con el respeto comprometido y colectivo a los reglamentos viales, a partir de la premisa de que todo accidente es prevenible y evitable.