En el marco del Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Bifobia y el Día estatal contra la No Discriminación, integrantes de varias organizaciones civiles y activistas participaron en  el Conversatorio: Discursos de Odio ejercidos a través de mi Libertad de Expresión, que tuvo lugar en Congreso del estado, donde expresaron que existe la necesidad de abonar a una sociedad más incluyente respetuosa e igualitaria.

Los participantes fueron Drake, Antonio Escobar del Colectivo LGBTTTIQ+ Tlaxcala, Heizel Sánchez Nava, presidenta del Comité por la Dignidad y Diversidad Tlaxcala, Laurel Miranda, periodista y activistas por los derechos de la comunidad trans, Gustavo Adolfo Gaspariano Coyotl, director del centro de atención a poblaciones LGBTTTI de San Pablo del Monte.

La organización estuvo a cargo de la activista y ex diputada local, Eréndira Jiménez Montiel, y como invitada estuvo Silvia Nava, consejera social del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) entre otros.

En el conversatorio se expuso la situación que guarda la comunidad sexo genérica y la prevalecnia de la discriminación y la generación de discursos de odio, en diferentes ámbitos sociales, cobijados en el derecho a la libertad de expresión, el cual, acotaron, no es absoluto, por lo que hablaron de la necesidad de que en Tlaxcala se instituya  un Consejo Estatal para la atención de la discriminación.

En la presentación del conversatorio, Eréndira Jiménez señaló que en Tlaxcala aún hay muchos prejuicios, y de acuerdo con estadísticas y encuestas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, el 35 o 37 por ciento ded la población, tiene prejuicios y discriminación a la comunidad sexo genérica.

Esas mismas estadísticas señalan que, en la entidad, 60 mil 685 personas de 15 años y más se autoidentifican como parte de la comunidad LGBTTTIQ+, quienes, a decir de los activistas, enfrentan discriminación por discursos de odio. 

Los participantes agregaron que, desde las redes sociales se generan discursos de odio, ya que no hay filtros para evitar esas conductas, lo cual también genera discriminación por discursos de odio desde esos espacios virtuales, de ahí que insistieron en que el Derecho a la libertad de expresión no es absoluto, pues incluso en algunos medios de comunicación se generan estas actitudes negativas.

En este contexto señalaron que hace falta trabajo legislativo para que esos discursos que generan odio no queden impunes, así como la socialización, formación y educación para que se fomente, conozca y garantice el respeto de los derechos humanos y no se estereotipo o critique a los integrantes de la comunidad LGBTTTI.

Reconocieron que hay avances legislativos como el matrimonio igualitario o identidad de género, pero es necesario que, a través de la incidencia política, se mejoren las normas legales que beneficien a estas comunidades.

Insistieron en la necesidad de que haya programas y políticas públicas con verdaderos impactos en la comunidad y cuya efectividad sea medible.

Asimismo, conminaron a los integrantes de la comunidad sexo genérica a estar más informados respecto a sus derechos para saber exigir que se cumplan y se respeten en todas las esferas sociales.