Con la visión de “un mundo donde la igualdad de género, el respeto por los derechos humanos y los sistemas de justicia inclusivos sean la norma” y la misión de apoyar y empoderar a una red global de mujeres juezas para promover la igualdad de género y los derechos humanos nace la Asociación Internacional de Mujeres Juezas, de siglas en inglés IAWJ hace casi 3 décadas, por la iniciativa de 50 juzgadoras de todo el mundo con el ánimo de aumentar el número de juzgadoras y promover la igualdad en favor de las mujeres y las niñas del mundo. Esta importante y prestigiada organización hoy integra a más de 6500 juezas de mas de 100 países y territorios.
Sus valores fundamentales se basan en reconocer la importancia fundamental de la igualdad de género, el uso de las leyes de derechos humanos como vehículo para integrar a las mujeres en la sociedad, garantizar el acceso a la justicia equitativa para todas las personas, el respeto y valoración de la diversidad cultural y ejercer el liderazgo judicial con audacia, independencia y creatividad.
16a. Conferencia Bienal.
Entre el 11 y 14 de mayo se celebró la 16ª. Bienal en la ciudad de Marrakech, Marruecos con la presencia de más de 1200 mujeres, todas unidas con el honor de impartir justicia en activo o en retiro. El programa abarcó a las experiencias exitosas de diversas naciones, así como las lecciones aprendidas, reconociendo los cambios y las innovaciones a partir de enfrentar la pandemia de COVID y otras crisis. Se analizó el papel de la asociación para empoderar y promover el liderazgo de las mujeres y el acompañamiento a las juezas del mundo. En otro momento, muy significativo, por cierto, se escuchó de propia voz las vivencias de Juezas Afganas, el riesgo que corrió su vida, y la destacada participación de la IAWJ para rescatarlas y apoyarlas. Un espacio importante representó reflexionar sobre los retos para hacer realidad una justicia inclusiva que integre a todos los grupos minoritarios de la sociedad, analizando la niñez y adolescencia, la discapacidad, el idioma. entre otros.
Un panel mas, abordó a las víctimas y las estrategias para hacer que los tribunales sean más accesibles para ellas. Se atendieron las innovaciones en el tratamiento de la violencia de género, poniendo énfasis en las personas que están bajo cuidados y la violencia digital. Se reflexionó sobre migración y las víctimas de trata y la falta de redes de protección. Se comunicaron los nuevos proyectos de la organización y las innovaciones en el quehacer judicial y particularmente en la justicia penal, los tribunales de drogas y las comunidades en la rehabilitación.
Un premio para México.
Un momento por demás emotivo -particularmente para nuestro país- fue el Premio de Derechos Humanos que la IAWJ, otorgó a la primera mujer que Preside la Suprema Corte de Justicia de la Nación y encabeza el Poder Judicial de la Federación, la Ministra Presidenta Norma Piña, quien con un discurso respetuoso y emotivo “ nos une la defensa y promoción de los Derechos de la mujeres a acceder de manera igualitaria a la justicia y a la carrera judicial”, acuerpada por más de un centenar de impartidoras de justicia mexicanas, recibió tan merecida presea, la cual han recibido mujeres de talla mundial como la jueza progresista Ruth Bader Ginsburg. Enhorabuena para la mujer que rompió un techo de cristal y que cambio la historia de más de 200 años y para las generaciones de juezas que vienen en camino, seguro su historia será diferente a la de muchas juzgadoras a las que nos tocó abrir brecha en un espacio hostil y patriarcal.
La IAWJ tiene presencia en México.
El 11 de julio de 2017, se creó el Capítulo México de la IAWJ, que integra a juzgadoras de todas las instancias, fueros y materias, todas comprometidas con los objetivos de la organización internacional, este Capítulo fue fundado por la Ministra Margarita Luna Ramos, quien además es la principal promotora de la hermandad y solidaridad que hoy hay entre las juzgadoras federales y locales en el país y cuya labor incansable provocó la firma del Pacto para Introducir la Perspectiva de Género en todas los órganos impartidores de justicia del país, una mujer que empoderó y acompañó a sus pares, y cuyo legado quedará por siempre.
Una convivencia que se vuelve hermandad
Intensa, satisfactoria, motivante resultó la convivencia entre mujeres de diferentes latitudes, tamaños, razas, idiomas, hermanadas por el propósito de realizar un quehacer que trascienda en los derechos y oportunidades de la judicatura misma, pero sobre todo haga efectiva la igualdad y el respeto de los derechos de mujeres y niñas del mundo entero.
Una convivencia que se vuelve hermandad, entre colores, estilos y ritmos diversos, que hace -en nuestro caso- reconocer que México es uno, y que las juzgadoras mexicanas día a día contribuimos al desarrollo y a la paz, que el impacto del trabajo de cada una y de todas a la vez, se traducen en mayor protección y acceso a los derechos humanos de todas las personas.
En un mundo tan grande y chico a la vez
Queremos cotidiano la unión entre mujeres, los trabajos conjuntos, el empoderamiento y la inclusión en los espacios de toma de decisiones mas altos, queremos cotidiana la justicia, el acceso a ella, la protección de los derechos humanos, queremos cotidiano los esfuerzos internacionales, la visión de unidad universal, y para ello, las juzgadoras mexicanas, en -activo y en retiro- tenemos grandes planes y una fraternidad internacional.
- Magistrada en retiro