2 / Mar / 2025 | Opinión

El nacionalismo que nos falta

Desde el 20 de enero de 2025 en que tomó protesta Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, inició una política de amenaza económica en contra, curiosamente, de sus tres principales socios comerciales: México, Canadá y China.

Javier González Corona

Sin duda en Tlaxcala hay un sinnúmero de temas para su análisis, reflexión y crítica, sin embargo, en esta ocasión, prefiero comentar un tema nacional. Algunos medios de comunicación a través de sus interlocutores, tratan de crear cierta inestabilidad en el país bajo argumentos que parecen tener muy poco sustento; ayudados con bots (aplicación de software automatizada que realiza tareas repetitivas en una red, mayormente con fines no sanas) en redes sociales, pretendiendo influir en la opinión pública y así crear un caos socio-político.

Desde el 20 de enero de 2025 en que tomó protesta Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, inició una política de amenaza económica en contra, curiosamente, de sus tres principales socios comerciales: México, Canadá y China. Además de su plan intervencionista en Panamá, Groenlandia (actualmente bajo el control de Dinamarca, antes de Noruega), convertir a Canadá en un estado más de EU, además de querer transformar a Gaza (territorio Palestino) en una Riviera de Medio Oriente para diversión y descanso de turistas; desplazando a más de 2 millones de habitantes que fueron y siguen siendo bombardeados, lo hacen ver como un presidente incoherente e inhumano. Justificando su actuar bajo el argumento de hacer nuevamente grande a la nación estadounidense, aunque a mi parecer: “el miedo no anda en burro” con el vertiginoso avance económico de China.

El gobierno estadounidense argumenta, en su defensa, preocupación por la seguridad y bienestar de su población, ante ello, proyecta aumentar los aranceles, repatriar a mexicanos y considerar a los carteles como organizaciones terroristas; utilizando tales argumentos para ocultar su verdadero fin: lograr penetrar e intervenir militarme al país que está dentro de las quince economías más grandes del mundo y la segunda en América Latina, después de Brasil. Ante tales amenazas la actual presidenta Claudia Sheinbaum Pardo está proponiendo alternativas viables para hacer frente al proyecto gringo.

En consecuencia, las amenazas del presidente de nuestro vecino del norte no son casualidad, sino todo un plan a favor de él y de sus homólogos millonarios: Elon Musk (dueño de Tesla, Space X y Twitter hoy X; Jeff Bezos (dueño de Amazon); Mark Zuckerberg (dueño de Meta Platforms); entre otros pocos. En otras palabras, es un gobierno que trata de someter a países de diferentes continentes y seguir acaparando riqueza a favor de esa élite económica. Para ello, utiliza una política hitleriana donde se destacan actitudes racistas, clasistas, imperialistas y deshumanizadas.

Ante tales acciones políticas estadounidenses surgen en el país los que se auto vanaglorian de ser mexicanos, pero que en su proceder y discurso muestran todo lo contrario; posiblemente han caído en la trampa de lograr ser y tener, algún día, los capitales que ellos tienen (utopía plena). Es así como vemos y/o escuchamos espacios noticiosos, artísticos, comerciales y otras actividades de índole mediático (únicamente recibiendo órdenes de sus jefes y propietarios de su centro de trabajo), tratar de influir en la opinión pública y lograr poner en contra de quien en este momento ostenta, democráticamente, la presidencia nacional.

A todos ellos se les olvida que la mejor resistencia a dictadores como Trump es a través de lo que una y otra vez ha señalado la presidenta Sheinbaum Pardo: “…la forma de defender la grandeza de México y promover relaciones de respeto, es a través de la libre autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de controversias, nunca de subordinación. Somos un país libre, democrático, soberano e independiente…».

Sin embargo, quienes continúan atrapados con el sistema económico neoliberal, alaban la postura de Donald Trump culpando a la presidenta de una relación con los carteles mexicanos, sin ninguna prueba fidedigna hasta el momento. Incluso, la han acusado de ser protectora de los líderes de los carteles, con el fin de lograr un desprestigio en su mandato presidencial. Aunque realmente lo que tratan de hacer, es minimizar su más del 80% de aprobación por parte de la población mexicana y a su vez, encumbrar a líderes y partidos de derecha y ultraderecha para obtener nuevamente de ellos, sus excéntricas canonjías.

Incluso, hasta el Papa Francisco, quien se encuentra actualmente con problemas de salud, esperando su pronta recuperación, se ha manifestado en contra de la ideología y práctica del neoliberalismo al considerarlo fuera de toda convicción humanista. Es decir, el actual pontífice ha tenido un enfoque de justicia social, inclusivo, solidario y en contra de las desigualdades sociales. Tal pronunciamiento y proceder tuvo tal impactó en el mundo, que preocupó al grupo radical ortodoxo del Vaticano, quienes históricamente se han caracterizado por mantener y defender postulados de índole capitalista y neocapitalista, recordemos a Juan Pablo II y a varios de sus antecesores.

Ante la actitud de Trump, de su grupo de asesores, de los integrantes de su gabinete y de seguir siendo aún la primera potencia mundial, México debe resistir y hacer valer sus derechos como sociedad libre, autónoma, soberana, democrática y siempre partiendo del fortalecimiento de la simbiosis social: ciudadanía-gobierno. Más cuando se trata de un proyecto de intervencionismo estadounidense o de cualquier otro país (cuántos pueblos lo han sufrido y hasta el momento no saben cómo sacarlos), se debe asumir una actitud solidaria como nación.

Empero, si existe división, traición, intereses personales o de subgrupos, quienes saldrán beneficiados son nuestros vecinos del norte. No es el momento de jurar ante los símbolos patrios, ni mucho menos de envolvernos con la bandera para demostrar que nos preocupa la nación, eso sería hipocresía. Desde mi humilde opinión, lo que necesitamos es valorar y ser congruentes con nuestra realidad económica, política, social y cultural, somos un pueblo arropado por una extraordinaria historia, no la echemos a perder.

En este momento nos toca defender a la nación, no con armas, sino con lealtad, trabajo, honestidad, unidad, proyectos y sin perder la convicción de alcanzar un bienestar para todos los mexicanos y no de unos cuantos. Ese es el nacionalismo que nos falta o … ¿Usted qué opina?

PD

Mis sentidas condolencias a los familiares de Roberto Martell Pérez, quien fue gran compañero, amigo y destacado profesionista, siempre en la UATx. En paz descanse.

Artículos Relacionados

Relacionados

Síguenos en: