El otro 10 de mayo

Nada que celebrar para víctimas de violencia

Cada año, el 10 de mayo es una fecha para celebrar a las mujeres que son madres, por lo que, la mayoría de hijos e hijas, esposas y parejas festejan a quienes han dado vida, para los mexicanos es uno de los días más emotivos; sin embargo muchas personas no tienen nada que celebrar en esta fecha, porque las diferentes violencias y la falta de acceso a la justicia les han arrebatado la vida, la libertad o la tranquilidad, por lo que este día es uno más para seguir luchando y exigiendo justicia.

Son muchos los casos existentes, pero pocos los denunciados, en este contexto RedAcción buscó a la Red Estatal de Víctimas y al Frente Nacional de mujeres y la Asociación de Abogadas Feministas, quienes han recabado información de quienes por las diferentes  violencias han perdido a su madre o las madres que no podrán ser festejadas, porque perdieron a sus hijo, y en este día no tienen nada que celebrar.

Efrén López Hernández, representante de la Red Estatal de Víctimas, señala que esta organización suma 30 casos de familias que enfrentan diferentes problemas de violencia e injusticia, pero que en común tienen, entre muchas otras cosas, que no celebran Día del niño, Día de la Madre o Día del padre, “porque no hay razón para celebrar”.

El también activista, quien lucha porque haya justicia en el caso de su hija Cecilia, quien fue asesinada hace dos años, habla de casos “muy dolorosos”, por homicidios, feminicidios, desaparición de una hija o un hijo, o por los que están injustamente detenidos o detenidas, “todos los casos tienen que ver con una mamá sufriendo, somos más de 30 familias que exigimos y pedimos justicia”. 

Habló del caso de Daniela Muñoz, joven maestra, de quien su mamá no sabe dónde está, “a pesar de que el presunto culpable está detenido, la mamá sigue en la incertidumbre”, también señaló el caso de Itze, otra maestra que “está injustamente detenida desde hace dos años, su madre es mayor de edad y sigue luchando contra la ex pareja de su hija,  ya están sin recursos económicos, mientras el agresor y los jueces o abogados le fincan uno u otro delito”.

“Está la mamá de Pedro, quien está injustamente detenido en Tlaxcala y él es de Guanajuato, este 10 de mayo la señora la va a pasar ahí en el Cereso”. También refirió el caso de “Doña Lupita, que hace más de 4 años desapareció su hijo y sigue en la lucha, acompañada de colectivos que le ayuden a buscar, porque el Estado es indolente ante el dolor de nuestras víctimas”. 

Las 30 familias que están adheridas a la Red Estatal de Víctimas, “quisiéramos tener un poco de paz y tranquilidad y no la tenemos, estos días son muy difíciles, porque no hay nada que celebrar, no hay con quién celebrar, no hay razón para celebrar, estamos en una situación de desventaja de indolencia del gobierno, en una situación donde hay más derechos y privilegios para los asesinos, feminicidas, delincuentes, que para nosotros”.

Para todos ellos su vida cambió, “hoy para las madres que, con tanta alegría celebraban el 10 de mayo en festivales de las escuelas, haciendo otras cosas para recordar el momento maravilloso de dar la vida, ya no lo pueden hacer, porque ya les quitaron la vida… nunca va a ser lo mismo, porque se fracturaron las familias”. 

Aunado al dolor de estas familias, dijo que también enfrentan  la indolencia de las autoridades, “todavía nos contestan mal, nos tratan mal, ante eso me pongo duro, fuerte, enojado, porque solo es así como nos ponemos al tú por tú contra los que imparten justicia y que sepan que ellos no tienen la verdad absoluta”.

Efrén López reprochó que las autoridades defiendan los derechos humanos de los delincuentes y no los de las víctimas, “ me enoja tanta indiferencia e hipocresía de los abogados que no tienen ética, valores y defienden a los delincuentes confesos, no tienen la sensibilidad para tratar a las familias, nos enfrentamos a la indolencia a la falta de empatía por parte de las autoridades”.

Mujeres enfrentan violencia vicaria que no les permite celebrar el Día de la madre

María Isabel Vázquez Hernández, litigante de la Red de Abogadas Feministas e integrante del Frente Nacional de Mujeres, quienes han denunciado los casos de violencia vicaria, también señala que, “desafortunadamente, el 30 de abril y 10 de mayo son fechas sensibles y delicadas para las mujeres de estas organizaciones, es algo que nos pega mucho por no tener a los niños para darles un obsequio o vivir un día de la madre sin sus hijos”.

La lucha de estas agrupaciones y mujeres víctimas de violencia vicaria ha logrado que se visibilice este tipo de agresión a las mujeres y a sus hijos, por lo que poco a poco se han sumado víctimas y se han atrevido a denunciar a sus agresores. 

El pasado 25 de abril, integrantes de la LXIV Legislatura del Congreso del Estado de Tlaxcala, aprobaron diversas modificaciones al Código Civil, al Código Penal y a la Ley que Garantiza el Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, todos del Estado de Tlaxcala, en materia de Violencia Vicaria, la visibilizaron y reconocieron como delito, pero aún no está publicada en el Periódico Oficial del Estado..  

Isabel Vázquez mencionó que, a partir de la reforma a la ley hay más difusión a lo que es la violencia vicaria, lo que ha provocado que más personas se acerquen a denunciar, por lo que del 25 de abril a la fecha, ha aumentado el número de mujeres que se han acercado a pedir asesoría, “ya tenemos a unas 60 madres que no tienen acceso a sus niños”.

Indicó que esas madres enfrentan dilación de los procesos judiciales, los cuales son complicados, les dan audiencias dos meses después, no les dan audiencias de forma consecutiva o cercana y, “por lo consiguiente, muchas madres pasarán este 10 de mayo sin el acceso a ser madres, no pueden vivir ese sueño de trascender a través de su cuerpo y de haber dado vida, derivado de la violencia machista, de la asimetría de poder que los hombres siguen ejerciendo sobre las mujeres”. 

Aunque ya hay reformas a la ley en la materia, éstas aún no están publicadas, por lo que la abogada considera que “falta un buen rato para que las mujeres tengan acceso a la justicia, además falta el tema de capacitación con jueces, quienes tienen plena ignorancia en el tema de violencia vicaria y apenas empezó una jornada de capacitación”. 

El desconocimiento de este tipo de violencia también es patente en los agentes del ministerio público, en jueces, en personal judicial, quienes, “siguen manejando las mismas actitudes de violencia institucional hacia las mujeres madres de familia” 

“Son 60 casos que tenemos nosotros, pero hay muchos que no se denuncian y otros, en los que las mujeres se decepcionan, porque en el Poder judicial no hay la atención que merecen”. 

En estos casos, “una vez que llegan a las manos de un juzgador, lo primero que hace es cortar la relación materno filial, porque el agresor vicario es deudor alimentista, agresor físico, psicológico, económico, patrimonial y, una vez que ya pasaron por eso las mujeres, después de que ya no pueden controlarlas, van sobre los niños y bajo esos inventos y denuncias falsas eso es lo que afecta a las mujeres madres de familia”, mencionó la abogada.

Esta Red de abogadas atiende expedientes por casos de violencia vicaria, los cuales datan desde 2015 a la fecha, algunas  mujeres ya desistieron, porque ven que no hay solución y después de un tiempo, sus hijos o hijas están amenazados, hay un expediente de 2011,en el que la mamá tiene 5 años que no ve a su hija. 

En estos casos de violencia, la agresión no sólo es para las mujeres, pues los menores de edad también sufren, porque a los varones no les queda claro que la relación tiene que ser con madre y padre y, “los argumentos de los agresores son en el sentido de que las madres no pueden tener otra pareja o que sus hijos no van a convivir con la nueva pareja de sus hijos o con otro bebé que no es hijo de él”.

En este contexto de violencia los niños y niñas, también tienen conflictos emocionales, estrés, ansiedad, angustia, miedos, entran en crisis porque quieren ver a su mamá y no pueden, porque el papá ya los lesionó y les dijo que su mamá no los quiere, que los abandonó porque van a tener otro hijo u otra pareja, etcétera, los padres terminan alimentándolos de odio hacia sus madres, lo cual es un tipo de violencia”. 

A todo lo anterior se suma que, algunas mujeres que está al frente de ministerios públicos no quieren aceptar denuncias por violencia familiar, alegando o señalando que coartan la relación materna filial, porque los niños no están con sus madres y no tienen a quién examinar y dictaminar, “los peritos no entienden que es una violencia psicológica que ejercen sobre la mujer y a quien se debe examinar es a la mujer”. 

Una de las consecuencias de esta violencia vicaria es que muchas mujeres han atentado contra su vida, “los titulares de los ministerios públicos no entienden esta situación y eso es una violencia institucional, que es una característica de la violencia vicaria cuando la ejercen los juzgadores… hay argucias entre los jueces para desistirse, inhibirse, etćetera, que dejan en la indefensión a las mujeres”.

Imagen tomada del Frente Nacional contra Violencia Vicaria

Testimonios

Verónica N.

“Mi hija nació en 2016, viví en unión libre con su papá, a los 9 meses de la edad de la niña los padres se separan, me quedo a vivir en Tlaxcala y él se va a otra ciudad y, de común acuerdo, yo me quedo con mi hija, él le compraba algunas cosas a la niña, a veces iba a por ella a la guardería, la veía fines de semana y todo, entre comillas, era normal y sano, tuve buena relación con la familia paterna de mi hija, lo cual al papá no le parecía, pero hasta ahí no había mucho problema”, narra Verónica N. (nombre ficticio para proteger a la víctima).

Ella narró que hubo muchas razones para la separación del padre de su hija, ambos tuvieron su grado de responsabilidad, pero una infidelidad de él detonó el rompimiento, “cuando yo le reclamé me trató de loca, celosa, enferma, pero la infidelidad era real y sigue con esa mujer hasta la fecha”.

Dos años más tarde, por su profesión, a Verónica le ofrecen empleo en Tulum, su hija tenía poco más de dos años de edad, y para tener un mejor ingreso económico acepta el nuevo trabajo y se va, “pero no por separar a mi hija de su padre, sino por una mejor oportunidad laboral”.

Antes de irse, ella avisó a  juzgado que cambiaría de residencia por cuestiones laborales, y ahí empezó su calvario, “a donde yo vivía me llegó una demanda por patria potestad, después llegó la pandemia, me regreso a Tlaxcala, presentó testigos y pruebas de que yo seguía con mi hija, pero en 2020 se cerraron los juzgados y no alcanzó a salir la resolución de mi juicio”

El  25 de diciembre de 2020 Verónica pasa el día de Navidad con sus padres en Tlaxcala, pero lleva a su hija a Puebla, a casa de su abuela paterna, porque el papá quería verla, y fue en ese momento, cuando él le quita a la niña y se la lleva, desde entonces, a la fecha, está separada de su hija y ha sufrido un calvario legal y de abusos por parte de su ex pareja. 

La violencia institucional e indiferencia de las autoridades han complicado el hecho de que su hija regrese a vivir con ella, y aunque tiene contacto con la niña, aún no hay una solución a su problema, el padre de su hija aún ejerce violencia psicológica y económica contra Verónica, él ha inventado muchas mentiras contra ella y en los juzgados no ha habido la atención adecuada a su caso.

El detonante de la violencia del padre de su hija fue cuando se enteró que ella tenía una nueva pareja, aunque él también ya tiene otra pareja, por lo que él inventó “que yo le entregué voluntariamente a mi hija, porque me iba a casar y ella me estorbaba…, ante el juzgado ha inventado muchas mentiras y los jueces se las han creído”.

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