Con el libro titulado: “Fundamentos y Orientaciones del Modelo Humanista Integrador basado en Capacidades MHIC” cuya autoría corresponde a los investigadores Ángel Díaz Barriga y Serafín Ortiz Ortiz, en la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), la comunidad académica tiene el reto de iniciar un nuevo esquema de formación profesional, en el que se pondere la visión humanista.
El Secretario General Ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y ex rector de la máxima casa de estudios, Luis Armando González Placencia, distinguió a la institución en lo referente a su modelo educativo, al que denominó con un carácter contra hegemónico, en el modelo educativo basado en competencias, toda vez que, se había iniciado una discusión en torno al mismo, cuando la educación se encontraba orientándose a una visión tecnocrática, ligada a un modelo económico neoliberal.
“En aquel contexto llamaba la atención que esta universidad apelara al humanismo, con una mirada colectiva y un apego a orientar sus programas educación a las necesidades sociales, culturales del entorno de nuestras universidades, era de llamar la atención que la UAT tenía un pie en lo que sucedía afuera de sus muros, todas las demás universidades estaban pensando en preparar jóvenes que fueran exitosos, pero no necesariamente con una perspectiva que los conectara con el entorno inmediato a la que pertenecían”.
Resaltó la referencia del humanismo cuyo fundamento se encuentra en la declaración universal de los derechos humanos, “En esta revitalización del modelo, queda mucho más claro esta visión de las capacidades, porque armoniza bastante mejor con la idea humanista que está ligada con los derechos humanos, hoy tiene un impulso importante porque de ser un modelo contra hegemónico ha pasado a ser un modelo de vanguardia”.
Así mismo, resaltó la implementación del modelo como un eje de transformación, puesto que implica analizar las prácticas y el sentido de la educación para generar profesionistas que abandonen la mirada inicialista y apegarse a modelos donde el conocimiento se produce de manera colectiva con resultados que también tienen efecto en el colectivo, mientras se hacen cargo de las dificultades y problemas fuera de la academia.
“Si de ahí pueden emerger modelos de tecnología, de ciencia que se exporten y lleven a nuestros estudiantes como insignia a Asia o a América del Sur o a Europa, no para ser empleados, no para hacer lo que en otros lugares se les dice que hagan, sino también para promover un conocimiento que surgen de las necesidades propias de nuestro país, con la necesidad de resignificar y articular lo que se aprende en las aulas con lo que se hace afuera, en el concepto de la educación dual, de emprendimiento y servicio social”.
Mientras que, el Director General de Consejo Para la Acreditación de la Educación Superior (COPAES), Alejandro Miranda Ayala, habló sobre la consolidación de la educación superior como una visión que respeta la diversidad humana formativa en las aulas, atenta a la interculturalidad, con actitudes de vanguardia e innovadoras, respondiendo a las necesidades presentes, locales y globales.
“El libro constituye un hito relevante en el panorama de la educación superior, de sus complejos componentes y de su transformación (…) fundamentos nos da cuenta de las decisiones añejas y recientes que han llevado a la construcción de un modelo educativo tan sobresaliente y meditado que, su núcleo central comenzó 25 años atrás con el programa de autorrealización, una década se amplió y hoy el modelo se revitaliza con el modelo institucional”.
Descolló el uso de los modelos académicos que pretenden convertir los fundamentos torales y el reconocimiento de los esfuerzos universitarios, plasmados en los prólogos redactados por los doctores Armando González Placencia y Serafín Ortiz Ortiz, en un marco referencial de la nueva escuela mexicana y del contexto social.
Por su parte, el investigador y coautor de la obra Ángel Díaz Barriga enfatizó en los modelos de cambio realizados por la institución, revitalizando al mismo, acercando algunos elementos de la reforma educativa nacional, principalmente en una visión social, opuesta a la visión de formar para el mundo laboral, sin descuidar, pero sin desconocer que: “Una universidad pública tiene que cumplir una función social en la formación de los profesionales, dado que, vivimos de financiamiento público y nuestros estudiantes están aquí por esa condición”.
Mientras que el académico e investigador, Serafín Ortiz Ortiz remarcó la consolidación del modelo, con un proyecto formativo y representativo del desafío que representa su implementación, por ello, reconoció la participación de académicos y formadores institucionales para la construcción de la obra.
“Este es un libro atípico, primero porque tiene destinatarios concretos, lo que implica que, si lo van a leer, porque muchas ocasiones uno escribe en el vacío en el aire, pero aquí los destinatarios somos todos los universitarios tlaxcaltecas y de quienes se ocupan en la educación, es un libro que será un manual para un modelo educativo, que deviene del máximo consenso de los universitarios”.
Advirtió que, el humanismo es polisémico, por lo que, se abocará a una perspectiva ideológica, basada en un sistema de ideas, desmontando las concepciones imprecisas de lo que debe ser el significado, como un pensamiento que ponen en el centro de interés al ser humano, al cual le confiere ciertas virtudes en referencia al conjunto de valores imperantes en cada época del devenir histórico, permitiéndose desde esta definición operacional construir una más consistente.
“Más allá de ideologías y recuentos históricos, me ha interesado construir un humanismo que impacte en un modelo educativo con el que hemos venido caminando, esto se ha trabajado durante muchos años y hemos llegado a un punto donde pienso que, el humanismo hay que construirlo desde un referente, de un teoría del conocimiento”.
Se contó también con la presencia de Margarita Martínez Gómez, secretaria académica de la UATx, de los ex rectores de la misma, Héctor Israel Ortiz Ortiz, Héctor Vázquez Galicia, Juan Méndez Vázquez, Alfredo Vázquez Galicia, René Grada Yahutenzi, Sandino Leonel Leli Sánchez, además de secretarios, coordinadores, directores de las diferentes facultades y docentes que conforman la comunidad universitaria.