25 / Ago / 2022 | Opinión

Otro frente contra la violencia y el acoso.

En México el 39% de las personas ocupadas somos mujeres, y según el “Panorama nacional sobre la situación de violencia conta las mujeres”(2020) el 21.9 % de mujeres asalariadas reportaron haber vivido alguna situación de discriminación

Existe un número importante de normas en nuestro país que tienen como objetivo y meta hacer efectiva la tan anhelada igualdad sustantiva. Un reto todavía mayúsculo parece ser que no haya disparidad en los salarios que reciben las mujeres en comparación con los salarios que reciben los hombres, esto identificado como brecha salarial. Además de generar las condiciones propicias para que las mujeres también formemos parte, y participemos en las actividades y empleos que elijamos, sin establecer el marcado estereotipo de solo participar en aquellas actividades que corresponde al rol reproductivo y del cuidado del hogar.

En materia de trabajo la Constitución Nacional promotora de los derechos sociales, inicialmente hizo énfasis en la protección especial por condiciones de maternidad, embarazo y lactancia y los cuidados preventivos alrededor de estas figuras. En este momento la aplicabilidad y cumplimiento de las normas no se circunscribe al ámbito nacional, porque afortunadamente todas aquellas disposiciones internacionales que protejan y promuevan derechos humanos son parte del orden jurídico y deben ser cumplidos.

La Organización Internacional de Trabajo de siglas OIT es la única agencia tripartita de la ONU y lo que hace es establecer las normas del trabajo, formular políticas y programas promoviendo el trabajo decente y en igualdad, entre otras cosas. México es miembro de esta organización desde el 12 de agosto de 1931. Ha ratificado 82 de sus convenios, de los cuales 64 están en vigor, 7 han sido denunciados, 5 instrumentos abogados.

Entre los convenios de esta organización se encuentra el C190 Convenio sobre la violencia y el acoso, en el cual se reconoce a la violencia y el acoso como problemas que afectan la salud, la organización del trabajo, afectando desproporcionadamente a las mujeres y las niñas, considerando a la violencia doméstica y teniendo como eje la protección a las personas trabajadoras, de todos los sectores, de la economía tanto formal, como informal, en zonas rurales y urbanas, comprometiendo a los miembros que lo ratifican a respetar promover y asegurar el disfrute del derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso. Con un enfoque inclusivo que tenga en cuenta al género para prevenir y eliminar la violencia y el acoso y a realizar acciones muy concretas en torno a ello, que van desde la armonización en la legislación, el establecimiento de medidas protectoras, consultas, proporcionar información, así como el establecimiento de estrategias para el seguimiento de las acciones y metas. De forma congruente, hace énfasis de forma con la necesidad de capacitar y orientar en estos temas a los empleadores, a las y los trabajadores y a sus organizaciones.

La buena noticia es que México, el pasado 6 de julio ratificó este Convenio, el cual entrará en vigor el 6 de julio de 2023.

Esto significa que a nivel nacional se establecerán medidas muy concretas para que en todos los ámbitos de alcance del compromiso internacional se combata en lo laboral a la violencia y el acoso, bien por nuestro país, y este compromiso, bien por las instancias que tomarán parte en los cambios y en las estrategias, esperamos las personas tomadoras de decisiones tengan no solo la sensibilidad, sino la capacidad para dar forma real a los compromisos adquiridos.

En México el 39% de las personas ocupadas somos mujeres, y según el “Panorama nacional sobre la situación de violencia conta las mujeres”(2020) el 21.9 % de mujeres asalariadas reportaron haber vivido alguna situación de discriminación, percibiéndose un incremento en la prevalencia en los lugares de trabajo en lo que respecta al acoso, violencia y hostigamiento laborales; solo en la administración pública federal del total de víctimas que reportaron hostigamiento y abuso el 94.3% fueron mujeres. La violencia en el ámbito laboral el 26.6 % de las mujeres la ha experimentado teniendo cada mujer en promedio 3 agresores en el último año (ENDIREH: 2016), en un país con estas realidades, las acciones necesitan ser contundentes.

Bien por ello, ese tipo de compromisos internacionales queremos que sea algo cotidiano.

Hablando de temas laborales.

La ratificación al convenio 190 amerita armonización -entre otras- de la Ley Federal del Trabajo, de los Trabajadores al Servicio del Estado, del Código Penal, y esto muestra una oportunidad para atender también otros temas pendientes,pues ya que estamos en temas laborales y compromisos internacionales-, recordemos que México no ratifico el C183 Convenio sobre la protección de la maternidad (2000), ni el C156 Convenio sobre los trabajadores con responsabilidades familiares (1981). Llama la atención que nuestra la norma nacional tiene parámetros por debajo de esas propuestas internacionales, por lo que es muy conveniente no perder de vista los avances internacionales, para exigirlos e incorporarlos desde las normas nacionales, que el país no se comprometa en dichos temas a través de la ratificación a los convenios, no es un obstáculo para que la legislación nacional se actualice conforme los parámetros internacionales, ahí las diputadas y senadoras mexicanas tiene mucho que hacer, ojalá y no se les olvide que como mujeres empoderadas, tienen un compromiso especial con los derechos de las mujeres, en este caso con la protección a la maternidad y las responsabilidades familiares, mujeres que comprendan el alcance de su quehacer legislativo y aprovechen la coyuntura, eso lo queremos cotidiano.

*Magistrada en retiro

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